Estas pruebas consisten en depositar sobre la piel del antebrazo una gota del extracto alergénico y luego se punciona con una lanceta, cuya punta arrastra una minúscula cantidad del extracto y la introduce en las capas más superficiales de la piel.
La cuantificación de la respuesta se realiza pasados 15-20 minutos, considerándose como positiva cuando se observa una pápula, un halo eritematoso y prurito. Este tipo de prueba es válida para las alergias a neumoalérgenos ambientales (pólenes, ácaros del polvo, hongos, dérmicos), alergia a alimentos o medicamentos.