Algunas medidas preventivas pueden contribuir a evitar que los niños contraigan enfermedades en invierno, como por ejemplo:
Ventilar a diario las habitaciones, al menos diez minutos al día.
Evitar los ambientes con humo de cigarrillo.
Evitar los cambios bruscos de temperatura.
Mantener la casa templada.
Mantener la casa con un adecuado nivel de humedad, el ambiente seco agrava las enfermedades respiratorias.
Evitar sitios cerrados demasiado concurridos
Abrigar lo justo: evitar el exceso de abrigo en ambientes calefaccionados o la falta de abrigo en la intemperie. – Cubrir boca y nariz al salir a la calle o a espacios libres.
Dentro de lo posible, mantener al niño alejado de personas enfermas.
Hacer que el niño se lave las manos con frecuencia.
Incluir en la dieta infantil frutas y verduras, especialmente alimentos ricos en vitamina A y C.
Otra medida preventiva es la vacuna contra la gripe.