El asma es una enfermedad inflamatoria crónica de las vías respiratorias, potencialmente grave, que afecta los pulmones de manera prolongada sin embargo, con un control y tratamiento adecuado, la mayoría de los asmáticos puede llevar una vida completamente normal.
Ciertos elementos pueden iniciar o empeorar los síntomas del asma, como el polen, el ejercicio, las infecciones virales y el aire frío. Estos se denominan desencadenantes del asma. Cuando los síntomas empeoran, se denominan crisis asmática.
Signos principales del asma:
Obstrucción de las vías respiratorias: Cuando la respiración se realiza de manera normal, las bandas del músculo alrededor de las vías respiratorias se relajan y el aire se mueve libremente. En el asma, los músculos se tensan, por lo que es más difícil que el aire pase.
Inflamación: El asma causa tubos bronquiales rojos e hinchados en los pulmones. Esta inflamación puede dañar los pulmones. Tratar esto es clave para controlar el asma a largo plazo.
Irritabilidad de las vías respiratorias: Las personas con asma tienen vías respiratorias sensibles que tienden a reaccionar de forma exagerada y estrecha cuando entran en contacto incluso con desencadenantes leves.
La mayoría de las personas que tienen asma tienen uno o más de estos síntomas:
Tos, esta suele ser por la noche, lo que dificulta el sueño. A Veces puede provocar mucosidad
Sibilancias
Opresión en el pecho